PALABRAS PERDIDAS
Ambos quieren escapar de sus propios pasos. Ella tiene más suerte, a menudo siente placer con las contemplaciones impropias. En medio se suceden rumores, destellos rotos, susurros promiscuos. Ella, Otros, Otras, Él. Una barra. Entre copas vacías, el deseo estancado se funde como una sombra sin solución. Decide hablarle. Observa las almas danzando, camina entre ellas como el moralista angustiado ante la escena de unos cuerpos privados. Teme el rechazo, busca una mentira, una mirada que niegue el abismo. No la encuentra. Continúa su camino, sin decir nada. Ella todavía espera, no sabe a quién.
La incomunicación es un dulce refugio que ahonda los otoños perdidos.
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SAVOIR FAIRE
Insinuó que sabía cómo endulzar el tiempo, en los inicios de la noche, donde el matiz obscurecido de las palabras hace inverosímil nuestros latidos.
Un hotel y la penumbra creada por aquella ventana entreabierta. Sombras, tacones altos, piel de perla, luz de neón. La lengua refrescó sus labios cansados, dejó caer una prenda tras otra y me advirtió que no creía en el amor.
Suspiré. Pensé como en susurros. Atrapados en la marea, rodamos entre las olas blancas hasta sentir la boca quemada por los roces y la caricia.
En la hora sin nombre, me supo a coñac su cuerpo cercano.
Pregunté si nuestra historia tendría otra oportunidad.
La seducción es un arte equívoco y entre las sábanas, solemos prometer aquello que se desvanece después del amanecer.
Siempre regresamos a nuestros mejores momentos, dijo, aún desconociendo el camino.
Aunque tan solo creamos en esta madrugada.
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LETANÍAS DE INSTAGRAM
Instagram. Un bouquet de retratos vacíos. Donde mueren las presencias, malgastadas en rincones aburridos.
Él quiere amar. Ella también. Él escribe, ella no contesta. Ella habla, él no entiende. Quizá funciona mal el móvil.
Movimiento urbano, vamos todos para allá. Si lo dice tu influencer, debe ser verdad.
El triunfo de las apariencias. La ambientación de un hombre exitoso. Un palco en la vidriera. Indicios desnudos de algún pecado. Ella desfila como una gata, no tiene otra oportunidad. Lo mejor de sus vidas pasa por ahí. ¿Cuántos seguidores tienes?
La marca de Claire, en el reloj de Felipe, en las nalgas de Delfina. Juegan al polo, poseen un auto, dos o tres, tienen una sonrisa, dos o tres, van a una inauguración y bailan como boniatos en tik tok, después un selfie en tanga y el diseñador que les saluda. ¡Qué muchedumbre tan especial!
Fuego que no quema bien. Ceniza que se lleva el viento. La nada y el vacío. Eso es Instagram. Un Buen Batido VIP.
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PALABRAS INCONCLUSAS
Cuerpos que buscan cuerpos. Sin riesgo, sin vínculo. Nos consuela deambular en el borde de nosotros mismos. Las conversaciones quedan a medias, preferimos frases donde la palabra no tenga valor. Vivimos tiempos de zozobra, como si no nos importara la existencia del otro.
No te oigo, la música está muy fuerte ¿Dices que buscas y no encuentras? Cómo pretendes encontrar, si prefieres cubrir el olvido con recuerdos seductores. Necesitamos mirarnos a los ojos ¿Dónde está nuestra voz? lejos del murmullo, después de la sensación, atravesando todas las superficies.
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ARTIFICIO MASCULINO
Macho Cabrío de diseño, fraguado a base de esteroide y lámpara. Coloreado por la vanidad. Pleno de infidelidades y maltratos. No eres un hombre.
Ellas pretenden realizar sus sueños en tu forma, pero solo descubren artimaña y palabras vanas. Regalas miseria cubierta de almíbar, dejas un vacío y te alejas con honores, hasta te llevas la envidia de aquellos que no reconocen su propio valor.
Coleccionas huecos de placer, nada entiendes de lealtad y aún así, muchas siguen buscando amor en tus brazos. Breves instantes de embriaguez para hallar vínculos erosionados, hedor de animal insensible y ciénagas privadas.
Pero tu desvarío no tiene ningún poder sobre aquella Mujer que conoce su auténtico Fuego. Ella puede ver el Sol que existe detrás del Ángel escondido. Descubrió, hace tiempo, la calma que nace más allá de las nubes, esa misma bruma que obnubila tu mirada. Merece ser amada. Solo espera la contemplación desnuda de aquel que se enciende por Amor, el único que frecuenta sus sueños y embellece los anhelos más secretos, respirando el aliento del mar en su boca.
Ella sabe que es libre. No tienes lugar en su mundo.
Algún día, tu apariencia de embelecos, será la ceniza de tiempos pasados.
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ÚLTIMO DÍA DE VERANO
Perdona los pasados labios
Que no supieron despertar tu deseo
El sol consumió su sombra
Ninguna voz desnudará tu palabra
Los halagos, el pudor vencido
El latido de nuestras manos
Son almíbar en nuestra memoria
Perdona los pasados labios
Soy el distante dueño de ellos
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DISCO
Cautiva en la mirada de los otros
Te ves ausente, desvanecida
La moda es una superstición de verdades aparentes
Goce, lapso, hueco selecto.
Estás sola, repetida en fragmentos de espejos vacíos.
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DESPUÉS DE HORA
La noche agotó las formas de la vanidad
Tu cuerpo, es la superficie callada
Donde todo aconteció una vez
Tu rostro de incierto crepúsculo
es un profundo cielo enmascarado
de besos improbables
Como el agua que se escurre de las manos
Te alejas, me miras, eres mirada... pero te vas.
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ANTES DE CERRAR
Ellas bailan solas. Escaleras arriba, contemplo un juego de sombras y distancias. El tiempo es inmenso, todavía espero saber dónde te encuentras. Allí, unos ojos anegados por el veneno, allá, el regusto de unos labios agotados. Algo vulnera el espacio que solo puede ocupar tu substancia. La espesura de las lágrimas enturbia la imagen, abrupta, doliendo en todos los sentidos. Tal vez, sea más confortable estar solo, sin riesgos, pero no quiero. La vida se pierde. Ellas danzan. Y tú merodeas.
©2020. Leonardo Golia Vincent